La Netiqueta

A través de esta WebQuest se espera que los estudiantes de manera colaborativa puedan elaborar su Netiqueta para uso de los recursos Web.

INTERNET: USOS Y ABUSOS

Empezaré este artículo contándoles una anécdota que tuvimos en el Aula de Innovación Pedagógica de la institución educativa donde laboro. En vista que se les están capacitando a los estudiantes en el uso de la X-O de secundaria, conectadas a Internet, la profesora responsable del proyecto, les entrega a cada uno de los estudiantes una laptop y le pide a los estudiantes que hagan uso del Internet sin emplear el chat, facebook, correo, música ni video. Fue grande nuestra sorpresa, al comprobar que los estudiantes de nuestra institución no encontraron alguna otra forma de emplear el Internet por sí solos, es decir, no fueron capaces de optar por buscar o abrir alguna página con contenido informativo de manera libre y espontánea. Muchos se quedaron frente a las laptop esperando que la docente les diga qué hacer. Eso nos demostró el uso que nuestros estudiantes le dan a las TIC y eso nos preocupa aún más.

Sin lugar a dudas, las nuevas tecnologías acarrean una creciente preocupación educativa por el mal uso y abuso que nuestros púberes y adolescentes hacen de esta tecnología y medios de comunicación.

Una de las cosas que llama la atención al respecto es que cada vez más los adolescentes hacen uso del teléfono móvil, las nuevas tecnologías y las redes sociales para comunicarse con amigos y familiares pasando la mayor parte del tiempo conectados a ellos, ignorando por completo el tiempo en el cual viven (su entorno real). Esto ha creado una sustitución del espacio del compartir y la conversación, con sus padres y/o hermanos, del acogedor ambiente de una sala a un ciberespacio, perdiéndose de esta forma la estrecha y afectiva manera de comunicarse, limitando, en los adolescentes, el desarrollo de sus habilidades verbales y sociales.

Los nativos digitales tienen la posibilidad de realizar muchas cosas al mismo tiempo (multitarea): miran televisión, chatean, escuchan música y hacer “su tarea escolar”, esto hace que manejen varias habilidades a la vez, pero, ¿cuán eficiente son? Cada una de estos medios nos brinda un propósito en la comunicación, y si no somos capaces de escuchar los mensajes que nos envían ¿qué comprendemos? Esa es una latente en nuestros adolescentes y esto hace que con tanta tecnología a su disposición se sienten incomprendidos y solos.

El abuso a la conexión a Internet, en nuestros adolescentes, crea un vicio que afecta gravemente el entorno social, familiar o las responsabilidades educativas. Esta adicción puede generarse en los juegos, las redes sociales, el chat, música o video; sobre todo cuando no hay una adecuada supervisión de los padres o tutores encargados. Los cibernautas donan horas/vida de su tiempo a actividades que desvirtúan al aprovechamiento de su tiempo libre. Ello no solo es responsabilidad de los padres, sino de la escuela, que puede brindar al estudiante otras opciones en el uso del Internet a partir de juegos educativos e interactivos que fortalezcan su razonamiento lógico; las redes sociales y el chat, para la comunicación en trabajos colaborativos; el empleo de la música para la comprensión de textos líricos; y, los videos, para elaboración de reportajes, por citar algunos ejemplos.

Los padres juegan un rol muy importante en este uso y abuso del Internet, ya que si bien es cierto, son los que les proporcionan estas tecnologías a sus hijos (de manera directa o indirecta), dejan éste a su libre albedrío y cuando pierden el control de ellos, no saben qué hacer. Es por eso, que los padres tienen la responsabilidad de adecuarse a los cambios de la ciencia y la tecnología como inmigrante digital, y a partir de ello, acompañar, monitorear y guiar a sus hijos en el uso adecuado y provechoso de ellas.

La computadora, la conexión a Internet, la música, la cámara de foto, están en casa, en el ciber, en la palma de la mano. Las nuevas tecnologías pueden ser un excelente canal de comunicación y aprendizaje; pero, también, se pueden transformar en una cápsula aislante o en una evasión. De los padres y educadores dependerá el uso o abuso que nuestros adolescentes le den a ello.